EL CEREBELO
El cerebelo es una región del encéfalo cuya función principal es de integrar las vías sensitivas y las vías motoras. Existe una gran cantidad de haces nerviosos que lo conectan con otras estructuras encefálicas y con la médula espinal. El cerebelo integra toda la información recibida para precisar y controlar las órdenes que la corteza cerebral envía al aparato locomotor a través de las vías motoras. Es el regulador del temblor fisiológico.
Por ello, lesiones a nivel del cerebelo no suelen causar parálisis pero sí desórdenes relacionados con la ejecución de movimientos precisos, mantenimiento del equilibrio, la postura y aprendizaje motor. Los primeros estudios realizados por fisiólogos en el siglo xviii indicaban que aquellos pacientes con daño cerebelar mostraban problemas de coordinación motora y movimiento. Durante el siglo xix comenzaron a realizarse los primeros experimentos funcionales, causando lesiones o ablaciones cerebelares en animales. Los fisiólogos observaban que tales lesiones generaban movimientos extraños y torpes, descoordinación y debilidad muscular. Estas observaciones y estudios llevaron a la conclusión de que el cerebelo era un órgano encargado del control de la motricidad.1 Sin embargo, las investigaciones modernas han mostrado que el cerebelo tiene un papel más amplio, estando así relacionado con ciertas funciones cognitivas como la atención y el procesamiento del lenguaje, la música, el aprendizaje y otros estímulos sensoriales temporales.
El cerebelo procesa información proveniente de otras áreas del cerebro, de la médula espinal y de los receptores sensoriales con el fin de indicar el tiempo exacto para realizar movimientos coordinados y suaves del sistema muscular esquelético. La embolia que afecte el cerebelo puede causar mareo, náusea y problemas de equilibrio y coordinación.
¿Cómo funciona el cerebelo?
Funcionalmente, encontramos que el cerebelo está dividido en 3 partes: el arquicerebelo, el paleocerebelo y el neocerebelo. Cada uno con funciones diferentes, en el caso del arquicerebelo este recibe información visual y propioceptica, y además participa en la regulación del equilibrio; la otra parte que es el paleocerebelo interviene en el tono muscular y la postura; y finalmente el neocerebelo que trabaja en la coordinación muscular y las diferentes variables del movimiento.
Otra información sobre el cerebelo, es que para poder cumplir con su función necesita de un circuito funcional que se constituye por un circuito neuronal de los núcleos profundos que es excitador y un circuito neuronal de la corteza cerebelosa que su función es controlar al primero.
- La corteza está formado por la capa molecular con sus células estrelladas y en cesta; la capa de las células de Purkinje que contienen neuronas inhibidoras; y la capa granulosa donde se encuentran las células de Golgi, células de Lugaro, las fibras trepadoras, las fibras paralelas y las corticales.
- Los núcleos cerebelosos, ubicamos el núcleo cerebeloso del techo, el núcleo intermedio y el núcleo dentado.
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